El Camino Hacia Unas Elecciones Libres

Estamos cada vez más cerca de las elecciones generales del 2023, por lo que es necesario delimitar el camino hacia unas elecciones libres. Según datos del Barómetro de las Américas, solamente un tercio de los guatemaltecos confía en las elecciones. Esto es importante porque las elecciones libres son una institución fundamental en una República Democrática ya que aseguran un límite y alternabilidad al poder.

En el último proceso electoral se desencadenaron diversos desafíos que no se deben repetir el próximo año. Por esto, el 22 de junio del 2022 llevamos a cabo el evento: El Camino hacia unas elecciones libres, para promover un espacio de discusión con sociedad civil, bloques legislativos y cooperación internacional. El objetivo del diálogo fue identificar los desafíos que presentó el proceso electoral del 2019 y las posibles soluciones para el buen desarrollo del proceso del 2023. 

El Camino hacia unas elecciones libres

Los desafíos

La discusión giró alrededor de cuatro grandes desafíos y sus posibles soluciones. Identificamos:

1.     La falta de representatividad ciudadana, la cual se debe a la forma en la que actualmente se eligen a los diputados, así como el poco conocimiento que existe sobre sus candidaturas.

Uno de los pilares del sistema electoral es la representatividad, pero actualmente los niveles son muy bajos. 

Los participantes se cuestionaban entonces, ¿qué necesita el sistema electoral? Se necesita cambiar la forma de cómo elegimos a diputados. Existen diversas propuestas de cómo hacerlo, por ejemplo, abriendo los listados para que los guatemaltecos puedan votar directamente por el candidato de su preferencia. 

2.     Las restricciones a la participación ciudadana en las inscripciones de candidaturas y falta de certeza en las aportaciones por parte de ciudadanos a partidos políticos.

Los participantes compartieron su preocupación por la discrecionalidad que poseen algunas instituciones para permitir la inscripción de candidatos. El ejemplo más claro es el Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como la Contraloría General de Cuentas, pues puede utilizar herramientas como la constancia transitoria de inexistencia de reclamación de cargos (finiquito) para decidir quién participa y quién no. 

Por otro lado, según datos de observatorios electorales, en el 2019 “las normas relacionadas con el registro y el control del financiamiento electoral presentaron también complicaciones derivadas de la rigidez de las mismas y la ambigüedad en su redacción.” 

Esto se evidencia en el artículo 21, ter, inciso c de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). 

De acuerdo con este artículo, por ejemplo si un ciudadano hace una donación en especie de comida para un mitin y no tiene habilitado un libro contable, puede ser sancionado administrativamente o incluso enfrentar un proceso penal en su contra. Sin embargo, aún no hay claridad. Esto genera falta de confianza y menoscaba la participación ciudadana de quienes quieren aportar legítimamente a un partido político.

Participación de sociedad civil en el diálogo: El Camino hacia unas elecciones libres
3.     La censura y limitación a la libertad de expresión impuestas a medios de comunicación y la poca certeza alrededor de la figura de campaña anticipada. 

Según el artículo 220 de la LEPP sobre distribución igualitaria de recursos públicos para espacios y tiempos en los medios de comunicación social, el TSE tiene amplia discreción para formular un plan de medios y distribuir la pauta electoral

Los efectos de esto ha sido que los medios de comunicación no quieran inscribirse en el TSE. Para los medios de comunicación se hace difícil darle equidad a alrededor de 20 mil candidatos en total que hay en un proceso electoral. Tampoco ven positivo recibir una tarifa desfavorecedora y la condición de qué contenido pautar.  

A junio del 2022, dos medios de comunicación ya dispusieron que no van a inscribirse para el proceso del 2023.

Si los medios de comunicación son limitados y se reducen los espacios para que fluya la información electoral, queda la duda entonces de, ¿dónde se dará la discusión política del país?

4.     La ambigüedad de conceptos dentro de la Ley Electoral

Entre los participantes hubo también preocupación por los vacíos que existen en la LEPP en cuanto a interpretación y criterios para aplicar algunas normas.

Las soluciones para elecciones libres en el 2023

“Toda reforma debe aspirar a mejorar la libre participación ciudadana.”

La mayoría de los participantes de El camino hacia unas elecciones libres, estuvieron de acuerdo en que la reforma electoral del 2016 está pasando factura. No obstante, aún hay tiempo y vale la pena aprobar algunos cambios para que el proceso electoral se desarrolle adecuadamente. 

Además de impulsar cambios a la LEPP, también es necesario que la implementación de esas reformas sea posible. Por lo tanto, hay que tomar en cuenta las capacidades reales del Tribunal Supremo Electoral, que es la institución responsable del proceso electoral. Así como impulsar formas propositivas para apoyar el buen desarrollo del proceso que está a la vuelta de la esquina.   

¡Hay tiempo!

Entre esos cambios está considerar quitar los libros contables que deben llevar los ciudadanos que hacen aportes a los partidos políticos; definir mejor algunos conceptos y criterios como qué es campaña anticipada; así como garantizar la libertad de expresión y acceso a la información definiendo parámetros para la inscripción de medios de comunicación. 

Reforma correctiva 

Como Movimiento Cívico Nacional reconocemos que es necesaria una reforma correctiva a la Ley Electoral para una adecuada gestión del proceso del próximo año. Los desafíos identificados han sido ampliamente analizados por diversos actores de la sociedad civil, por lo que es necesario impulsar y aprobar soluciones para el 2023. Una República Democrática requiere de certeza y protección a los derechos individuales, lo cual es esencial en el próximo proceso electoral.

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