Análisis

Cuba quiere recuperar su libertad

“¡Cuba es de nosotros! ¡Cuba no es de ustedes! ¡libertad!” fueron algunos de los mensajes más contundentes que se escucharon en Cuba cuando el pasado domingo los ciudadanos salieron a protestar por recuperar lo más importante: su libertad.

Cuba ha vivido las manifestaciones más grandes en las últimas 3 décadas. Después de 62 años de dictadura comunista, los cubanos han salido para protestar en contra de la falta de alimentos y la crisis de salud que viven a causa de la falta de vacunas en el país. Sin embargo, esta crisis económica es algo que vive Cuba desde hace muchos años y con la pandemia se ha agravado aún más.

Como Movimiento Cívico Nacional apoyamos la solicitud del pueblo Cubano para que recuperen lo más pronto posible sus derechos y libertades. Actualmente en cuba sigue instaurado un régimen de dictadura militar de los rezagos de una revolución comunista de la Guerra Fría. La comunidad internacional tiene el deber y la oportunidad de hacer un llamado a un futuro libre y democrático en el país.

La situación en Cuba durante más de 60 años

Cuba ha sido un país comunista desde 1959. El comunismo en el país ha debilitado la economía y ha afectado a la población, que es quien más ha sufrido por la represión a su libertad durante más de 6 décadas.

Como es normal en estos regímenes comunistas existe un control de la economía y en los precios de los alimentos. La crisis económica que se vive desde hace años a causa del comunismo en Cuba, se ha visto golpeada aún más por la pandemia.

Una protesta que inició por los apagones de electricidad y exigir las vacunación contra covid-19, se transformó en consignas de recuperar la libertad y exigir cambios políticos en el país.

Un país que tras su revolución no logró libertad

Quienes salen a protestar tienen muy claro lo que exigen: su hartazgo por la crisis económica, las privaciones y el estado de sus libertades.

Tras la revolución en Cuba muchos pensaban que el país estaba destinado a ser más justo e igualitario. Sin embargo, el tiempo ha pasado y ha demostrado lo contrario. El comunismo los llevó a vivir en la miseria.

Ahora 62 años después el mundo esta viendo renacer un sentimiento de libertad en el pueblo cubano.

La última vez que una gran cantidad de personas se opuso fuertemente al régimen fue durante el maleconazo en 1994.

Las protestas que se han visto en los últimos días, son las más grandes que el régimen ha enfrentado desde que asumió el poder.

Como es característico de un autoritarismo, miles de personas que se oponen al régimen han sido golpeadas, encarceladas y asesinadas por exigir libertad.

Al no ser un país democrático, en Cuba no existe la independencia judicial, la libertad de prensa y expresión o elecciones libres y justas.

Los arrestos de forma arbitraria como se ve en dicho país, son parte de una herramienta para lograr objetivos políticos en las dictaduras y continuar promoviendo el comunismo.

La represión continúa

El presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel ha dado un mensaje claro “estaremos en la calle combatiendo”. El régimen provocó cortes de internet, lo cual dificultó la transmisión de las protestas. Además, prohibió a periodistas y activistas salir de sus casas para documentar lo que estaba sucediendo.

Es muy pronto para decir cuál será el desenlace de lo que está sucediendo en Cuba. El escenario más positivo sería aquel en el cual se dé el fin a la dictadura. Un fin en donde se recupere el Estado de Derecho y se ponga limite a la tiranía de Díaz-Can, que desea acabar con la libertad y los derechos individuales en pro su dictadura y fines políticos.

Ojalá el desenlace sea aquel en donde los cubanos puedan recuperar lo más preciado: su libertad.

Lo importante es las lecciones que deja un país como Cuba al resto del mundo.

¿Por qué poner los ojos en lo que sucede en Cuba?

Cuba es una dictadura, el poder político del presidente Diáz-Canel en el país es absoluto frente a los ciudadanos. Vivir en un régimen democrático conlleva que los ciudadanos puedan poner límites a ese poder para poder vivir su propia vida sin la interferencia de quién detenta el poder, lo cual no es el caso de Cuba.

Prácticamente Díaz-Canel en sus declaraciones respecto a las manifestaciones en el país, es enfático en decir que no permitirá que nadie defienda el que el no siga detentando el poder absoluto dentro de Cuba, que no permitirá que hayan ideales distintos a los de la Revolución y que se hagan propuestas políticas-alternativas a las del partido comunista. Este uso de la violencia para permanecer en el poder y la censura a las libertades de los cubanos, son un reflejo de que el país vive un régimen autoritario.

En toda América Latina cada vez es más frecuente ver protestas ciudadanas pidiendo cambios políticos. Lo importante es no descuidar nuestras democracias pues no son sistemas infalibles. La participación ciudadana siempre será clave para hacer contrapeso al Estado, los gobiernos de turno  y que no conviertan su poder público en uno arbitrario y sin límites.

Cuidar nuestra democracia requiere esfuerzo y es vital ejercer una ciudadanía activa que haga un contrapeso y límite al poder arbitrario y discrecional que puede llegar a amenazar nuestras libertades y derechos fundamentales.

Por esto es importante aprender de las lecciones de Cuba y entender que el fortalecimiento de las instituciones y la participación ciudadana son vitales para frenar a quienes desean destruir los derechos y libertades de los ciudadanos.