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Manual Republicano: guía rápida para funcionarios distraídos

¿No resulta evidente que ciertos principios deberían ser incuestionables en una República?

Limitar el poder, respetar la ley y defender la libertad individual son fundamentos tan claros que parecería innecesario recordarlos. Sin embargo, la práctica política en Guatemala demuestra que muchas veces son ignorados. Por eso, como Movimiento Cívico Nacional decidimos dar un paso firme: llevar al Congreso el Manual Republicano y entregarlo a todas las bancadas. Este gesto no fue solo protocolario; fue un recordatorio directo de lo que deberían proteger quienes ocupan un curul, pero que con frecuencia olvidan.

El Manual Republicano, inspirado en la idea de mantener viva la República, se presentó como una síntesis clara de las bases que sostienen nuestra vida política. Cada diputado firmó de recibido, lo que constituye una evidencia: ya nadie puede alegar desconocimiento de estos principios. Con esta acción, el MCN no buscó adornar con discursos, sino poner en manos de los funcionarios un compromiso escrito con la República. 

El manual parte de una premisa simple pero poderosa: el poder no es un privilegio, es una responsabilidad. A partir de ahí, se enumeran diez principios esenciales que todo legislador debe asumir, no como teoría abstracta, sino como práctica cotidiana en su función pública:

  • • Defenderás la libertad individual como fundamento de la República.

  • • Protegerás el imperio de la ley y la igualdad ante ella.

  • • Limitarás el poder, empezando por el propio.

  • • Serás un verdadero contrapeso.

  • • Respetarás el orden constitucional y la forma republicana de gobierno.

  • • Actuarás con transparencia y rendición de cuentas permanente.

  • • Responderás con firmeza y sin cálculo político a tus responsabilidades legislativas.

  • • Legislarás con prudencia y fundamento.

  • • Protegerás el patrimonio de todos.

  • Responderás siempre al ciudadano, no a intereses particulares.

Recordar lo obvio también es necesario

Estos diez fundamentos cívicos no son nuevos ni revolucionarios; son los pilares que deberían regir toda república. Su verdadero sentido está en lo que implican: la necesidad de revertir la tendencia a normalizar los privilegios y el ejercicio arbitrario del poder. 

La entrega del manual al Congreso fue también un ejercicio de confrontación y recordatorio que la ciudadanía vigila si los principios republicanos están siendo ejercidos. MCN les recordó a los diputados que la República exige transparencia y rendición de cuentas, no opacidad ni pactos en la sombra. Que legislar con prudencia implica escuchar a ciudadanos y expertos, no improvisar leyes que solo sirven a intereses inmediatos. Y que la lealtad se debe al ciudadano y a la Constitución, no a partidos, alianzas o cálculos personales.

En última instancia, el Manual Republicano busca reducir la distancia entre el ideal constitucional y la práctica política diaria. La firma de recibido de cada bancada no garantiza que estos principios se cumplan, pero sí elimina la excusa de ignorarlos. El MCN ha dejado constancia: los legisladores tienen en sus manos una brújula ética y política.

Defender la República no se logra con discursos solemnes ni conmemoraciones vacías. Se logra cuando quienes legislan actúan con integridad, respetan la ley y ponen la libertad del ciudadano por encima de cualquier interés particular. Recordar lo obvio, en política, es más urgente de lo que parece. Así, el Manual para mantener viva la República condensa lo indispensable; a continuación lo encontrarán como guía para quienes legislan.