En el Día Internacional Contra la Corrupción es importante recordar y reafirmar el papel ciudadano que jugamos para mitigar este mal que evita el desarrollo de Guatemala. Históricamente la corrupción ha sido un gran obstáculo a superar en todo el mundo y en especial en la región Latinoamericana. La debilidad institucional influye en que se den escenarios permisivos para actos de corrupción. También que continúen prácticas e incentivos que en muchas ocasiones impiden mejorar la capacidad de detectar y castigarla.
Afrontar el problema de la corrupción es un asunto que atañe a toda la ciudadanía. Para lograrlo es necesario comenzar ejerciendo nuestro civismo. Esto es cumplir con nuestros deberes ciudadanos, cumpliendo la ley, siendo responsables con nuestras obligaciones y teniendo claro que el buen funcionamiento de nuestra sociedad es beneficioso para todos.
¿Cómo está Guatemala en el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción?
El Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción de AS/COA y Control Risks se enfoca en la capacidad de “descubrir, castigar y detener la corrupción”. Este índice no evalúa la percepción de corrupción ni mide el impacto económico de la misma. Por el contrario, mide qué tan eficaces son los países en sus esfuerzos anticorrupción.
Guatemala ocupa el puesto 13 de 15 países latinoamericanos. Cayó del puesto 11 al 13 del Índice, estando solamente por arriba de Bolivia y Venezuela.
Puntaje de Guatemala | |
2020 | 2021 |
4.04 sobre 10 | 3.84 sobre 10 |
El Índice CCC tiene tres subcategorías. De estas, se desprenden otras 14 variables que dan un panorama de cómo es el ambiente de esfuerzos anticorrupción en cada país.
1. Capacidad Legal
En la subcategoría de capacidad legal, Guatemala obtuvo 3.75 puntos. Esto significa que el país es débil en aspectos relacionados al Estado de Derecho: independencia judicial y de agencias anticorrupción, transparencia gubernamental, independencia y recursos para la fiscalía general e investigadores.
La independencia judicial se ha señalado en múltiples ocasiones como un pilar de una república democrática. Durante las elecciones de cortes en el 2019 y 2020, se hizo un llamado a evaluar a los candidatos a magistrados a que cumplieran con ser y aparentar ser independientes. Lamentablemente, han pasado 2 años y la elección de Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones sigue inconclusa.
Por otro lado, si bien la Corte de Constitucionalidad no es parte del organismo judicial, su independencia y eficiencia impacta en la capacidad legal del país. La nueva magistratura debe demostrar un actuar imparcial y objetivo, sin favorecer o perjudicar arbitrariamente a quienes acudan al tribunal.
Asimismo, no puede olvidarse la deficiencia judicial al tener graves problemas de acceso para la ciudadanía, considerando la mora judicial del país. Por ejemplo, un proceso penal puede llegar a durar 817 días en Guatemala.
Sobre las agencias anticorrupción en el país, continúa la duda de qué tan independiente y efectiva es la comisión presidencial contra la corrupción si es parte del mismo Organismo Ejecutivo. También se vio el apoyo internacional a la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, por lo que es importante para el largo plazo fortalecer la institución del Ministerio Público y demás fiscalías.
Finalmente, la transparencia gubernamental ha sido una exigencia ciudadana por mucho tiempo. En este aspecto, Guatemala se encuentra en el puesto número 11 de 15 países evaluados. La percepción de transparencia ha empeorado con la gestión sanitaria de COVID-19. Sin embargo, han existido propuestas para mejorar la situación, por ejemplo con el gasto público.
2. Democracia e instituciones políticas.
En esta subcategoría el puntaje de Guatemala es 3.12. Esta es la subcategoría más baja para el país. Estamos por debajo de la media regional en temas como calidad y aplicación de la legislación de financiación de campañas, en el proceso legislativo y de gobierno, así como en la calidad general de la democracia.
Por su lado, los procesos legislativos son lentos. En diversas ocasiones se ha demostrado la poca voluntad que existe por parte de los diputados por avanzar en la agenda legislativa. Por ejemplo, postergando la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones, aprobando presupuestos con un amplio rechazo ciudadano o recientemente desatendiendo el llamado ciudadano a reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
3. Sociedad Civil, medios y sector privado
Para la subcategoría de sociedad civil, medios y sector privado, Guatemala obtuvo 5.43 puntos. Esta es la categoría mejor rankeada de las tres. El país está por encima de la media regional en cuanto a la movilización de la sociedad civil en contra de la corrupción. El Índice CCC indica que Guatemala tiene una “sociedad civil vibrante” y a comparación de otros países, el asunto de disminuir la corrupción se ha mantenido como una prioridad ciudadana.
Enfrentando a la corrupción
La corrupción impide el desarrollo, violenta con los derechos y libertades de los ciudadanos, empeora los bajos niveles de educación o salud y sobre todo, se riega a muchos rincones de nuestra sociedad. Sin embargo, nuestro civismo y compromiso con un mejor país puede cambiar la situación. El combate a la corrupción debe ser todos los días y en especial conmemorar ese esfuerzo en el Día Internacional Contra la Corrupción.
Combatir la corrupción requiere de nuestro civismo.